Aquí os traemos el
resumen más completo del Grupo A. En estos dos encuentros hemos podido ver
muchas cosas: Lewandowski lleva el gol en la sangre, Karagounis es líder
indiscutible de Grecia, Dzagoev y Arshavin van a maravillar en esta Eurocopa y
la defensa de la República Checa
Arshavin y Dzagoev, conexión de lujo.
Polonia-Grecia: Partido inaugural, con una preciosa ceremonia, a la
altura de los primeros 20 minutos de partido. Los anfitriones empezaron muy
fuerte, empujando constantemente y asfixiando el centro del campo griego. En el
minuto 17, Robert Lewandowski, jugador del Dormunt, hizo el primer gol del
partido y del campeonato, después de rematar de cabeza un gran remate de su
compatriota Piszczek. El Estadio Nacional de Polonia estalló de emoción y Polonia
seguía siendo el dueño del partido. Pasados los minutos, el conjunto de Wladyslaw
Zmuda dio un pasito atrás y dejó la iniciativa a los griegos, los cuales
dominaban, pero no llegaban con peligro. Samaras estaba desaparecido, y con
ello, el juego ofensivo de su equipo. En el 44’ , Velasco Carballo se inventó una amarilla
para el zaguero griego Papastathopoulos, la cual era la segunda. El árbitro
español se metió en un ‘marrón’ cuando, escasos minutos después, no pitó un
penalti por una clara mano de Perquis en el área polaca.
Lewandowski hizo creer a Polonia en la clasificación.
En la segunda parte, Fernando
Santos acertó cambiando a Ninis y metiendo a Salpigidis. El jugador del PAOK
metió el primer balón que cazó. Grecia empataba el partido con uno menos y con
cuarenta minutos por delante. A partir de ahí el partido lo dominó el conjunto
heleno, con un gran Karagounis que hacía funcionar a su equipo cada vez que tenía
el balón. Minuto 69’
y el partido iba a cambiar radicalmente. Salpigidis se quedaba sólo ante Szczesny,
lo recortó fabulosamente y el meta polaco lo zancadilleó. Penalti y expulsión.
Karagounis, el que estaba siendo el mejor del partido, se encargó de lanzar la
pena máxima y, el recién ingresado en el terreno de juego, Tyton, adivinó y paró
el lanzamiento del capitán griego. A partir de ahí, el encuentro se convirtió
en un ‘toma y daca’ pero con mucho respeto, ningún equipo quiso perder lo que
tanto le costó conseguir: El punto.
Rusia-Rep. Checa: Los rusos llegaron como favoritos al encuentro,
pero la pelota se acercó más al área de Malafeev en los primeros minutos. En los primeros minutos Rosicky tenía mucho contacto con el balón, y eso lo notaron los checos, que dominaron el encuentro durante los primeros quince minutos. Pero
en el minuto 17 apareció la magia de Dzagoev, que aprovechó un rechace de la
madera para introducir el balón en la portería de Petr Cech. Rusia siguió
empujando hasta hacer el segundo, el cual realizó Shirokov. 2-0 en tan sólo 25 minutos de partido. El partido era un
monólogo ruso, Arshavin volvió a ser aquel jugador que maravilló en el Europeo de 2008 y no aquel jugador mediocre del Arsenal, los checos no respondían y eso tenía que aprovecharlo el
conjunto de Advocaat.
Fragilidad checa en defensa, clave del encuentro.
Llegó el segundo
tiempo, y un destello de calidad de Plasil habilitó a Pilar para quedarse frente
a la portería. El jugador del Wolfsburgo recortaba distancias en el marcador y
dejaba claro que el partido no había acabado. Faltaban cuarenta minutos y el
partido estaba completamente abierto. Pero, veinte minutos después, Rusia se
encargó de cerrarlo bien cerrado. Primero con otro gol de Dzagoev y luego con
un golazo de Roman Pavlyuchenko, quien demostró que la zaga de la República Checa
Rusia 3 puntos
Grecia 1 punto
Polonia 1 punto
Rep. Checa 0 puntos
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